La variedad de zanahorias amarillas es cultivada específicamente para producir un sabor más dulce a la vez que se conserva la textura agradable; su raíz primaria no es leñosa o fibrosa. Tiene una textura firme, crujiente y un sabor dulce-terroso con notas de apio y perejil. La zanahoria amarilla se caracteriza por tener los niveles más altos del carotenoide luteína, un pigmento similar al betacaroteno que se absorbe como vitamina A en el cuerpo.